miércoles, 30 de septiembre de 2009

Vas cambiando pequeñas partes de tu ser y te convences de haber mutado el alma. Decís palabras sin medir sus consecuencias, lastimás a las pocas personas que te valoran y te crees reina de tu destino. Sos una persona compleja, en un mundo complejo, lleno de salidas posibles, y de atajos sin salida. Pero seguís adelante, aunque sea con una mentira. Jugás el juego de las indirectas y fingis que te gusta, solo para hacerle creer que sos indiferente de la situacion, que nada te importa ni te destruye. Que solo estás jugando una vez más. ¿Pero a qué precio? ¿Alguna vez pensaste en dar la vuelta? Quizás no sabes como proceder, estas esperando, varado en algun asiento, de noche, solo y pasando frio. La soledad te llega hasta los huesos, y se apodera de tus gestos, ya no sonreís, ni hablar de reíse a carcajadas. No te arreglás por que pensas que nadie te va a mirar. Estas completamente seguro que la suerte se ha ido, y no volverá. Estás viviendo sin vivir, estas muriendo de saber morir. El dolor se une al fracazo y se crea una amalgama perfecta llena de desiluciones. Te sentís atrapado, pero en realidad sos mas libre que ninguno, decidís sobre qué hacer, cómo y por qué. Pero no te alcanza, no escuchas a tu alma ser felíz, tus ojos estan tristes. Tu cabeza agachada está, no hace falta ver que hay delante tuyo, por que sabés que no hay nada. Los domingos son melancólicos y depresivos, se te cae alguna lágrima más, se desprende otro petalo de tu orgullo. Te acercás a la ventana para ver pasar caminando a alquien que nunca pasó. Escuchas ruidos de telefonos sonando, salís corriendo, y cuando atendés no se escucha más que el tono vacío de la soledad. El mismo que oyes cuando en mitad de la noche sentís el ruido de la gotera de la canilla del baño que no querés apagar para no sentirte más solo de lo que estás.De repente por las mañanas tenes ganas de salir, te bañás, te cambiás, quizás hasta te llegues a preparar con alguna espectativa de que algo puede cambiar. Pero al final del día volvés otra vez con las manos vacias, una vez más te sentís aislado del mundo. Fuera de lugar, y te preguntás por qué, y posiblemente nunca lo descubras.Yo creo que todos debemos pasar un momento como este. Para valorarnos un poco más a nosotros mismos, a cuidar nuestras decisiones y manejar nuestros habitos. A comprender que lo único que te acompaña es tu propia sombra y a quien tienes que cuidar es vos mismo. Que poco a poco vas a saber cual fue el objetivo de tu dios para darte la vida. Yo te puedo enseñar la puerta que te lleva al cambio, al 'volver a empezar', ese que necesitás... aunque solo vos podrás atravesarla.

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