martes, 25 de mayo de 2010

Si un día decido callar o me quedo ciega, alguien extrañará mi voz, mi mirada? o tal vez no lo necesiten y piensen que hay muchas personas para reemplazarme. Realmente soy remeplazable? puedo ser como esos pañuelitos descartables o como esos aros favoritos que te combinan con todo; pero cuando los pierdes, puedes comprarte otros que te sienten mejor.
Eso es lo que me desagrada, sentirme así, como si no importara mi existo o no; porque la gente es frágil y basta con un segundo que te descuides y todo cambia, se transforma, evoluciona o se muere. Y cuando se muere, ya es tarde para lamentarse y decir las palabras que no dijiste en su momento. Ya no puedes extrañar ni llorar, porque las lágrimas no sirven, no sirve nada que hagas, cuando todo se termina es para siempre.

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